A mi amigo:Héctor Morales Cabanillas
Quien no conoce a doña Josefina, doña "Joshe" que es como la llaman los docentes de un instituto superior de la city, por supuesto con mucho cariño. Ella tambien les tiene igual sentimiento a los amigos como Sixto Polo ("el fujitivo"), Héctor Rosales ("Brother Pablo"), Julito Vera ("el tigre"), entre otros dignos combatientes y clientes de su bodega bar.
Doña Joshe es testigo del crecimiento de esta institución educativa; ha visto pasar generaciones de estudiantes y profesores contratados. Doña "Joshe" se considera parte de la historia del instituto. El negocio que tiene ha contribuido a apagar la sed (no del saber) con espumosos líquidos en alumnos y docentes, luego de arduas jornadas pedagógicas en aula o faenas deportivas.
Sucedió un día que doña "Joshe" llegó al instituto preguntando por el prof. Ramírez, ya que el susodicho había consumido a crédito unas cuantas chelinhas; lo curioso es que nadie conocía al tal prof. Ramírez, pues no había ningún docente con ese apellido, pese a la insistencia de la doña, quien mostrando un papel con la rúbrica del fantasmal profesor, afirmaba y reafirmaba que el profesor Ramírez si trabajaba en ese instituto.
Ante la negativa, doña "Joshe" cambió de táctica y continuó su búsqueda, ya no por el apellido Ramírez, sino por ciertas caracteristicas físicas que ella muy bien recordaba: un profesor alto, blancón, adulto mayor y con voz de trueno. Dicen los evangelios que "quien busca encuentra" y doña "Joshe" logró encontrar al desconocido profesor Ramírez, quien solo atinó a responder con un rugido y a cancelar su cuenta.
Sucedió un día que doña "Joshe" llegó al instituto preguntando por el prof. Ramírez, ya que el susodicho había consumido a crédito unas cuantas chelinhas; lo curioso es que nadie conocía al tal prof. Ramírez, pues no había ningún docente con ese apellido, pese a la insistencia de la doña, quien mostrando un papel con la rúbrica del fantasmal profesor, afirmaba y reafirmaba que el profesor Ramírez si trabajaba en ese instituto.
Ante la negativa, doña "Joshe" cambió de táctica y continuó su búsqueda, ya no por el apellido Ramírez, sino por ciertas caracteristicas físicas que ella muy bien recordaba: un profesor alto, blancón, adulto mayor y con voz de trueno. Dicen los evangelios que "quien busca encuentra" y doña "Joshe" logró encontrar al desconocido profesor Ramírez, quien solo atinó a responder con un rugido y a cancelar su cuenta.
¿Ya dieron con el buen bebedor y mal pagador?. Si es así, vayan a doña "Joshe" y pidan un par ...de gaseosas, que el profesor "Ramírez" paga.
(Nicanor Becerra Castañeda)
