martes, 2 de marzo de 2010

Poesía: "El Amor de la Tarde"

Cuando bajé muy de prisa
aquella tarde
las escaleras volaban
entre pasos
y al llegar hacia la esquina
ya no estabas...

Sentí pena de inmediato
subiéndome por las venas
y la lágrima en suspenso
nunca pudo congelarse.
Mas ¡He aquí, la sorpresa!
llegaste como Eva ingrata
mordisqueando una manzana...

Al momento de juntarnos
sentí luces por el cuerpo
que brillaban,
brillaban como diamantes
tornasoles...

Fue el amor de aquella tarde
un universo
de galaxias y planetas
que giraban
giraban en mil sentidos
de colores
que no pueden describirse...

Y me besaste en las manos
después te besé en la boca
saboreando el dulce néctar
de tus labios de cereza.

¡Oh, que refrescante dicha!
El amor de aquella tarde
hasta ahora yo lo tengo
reflejado en mis pupilas
y volveré a saborearlo
cuando regreses de nuevo.
(Emilio Ulises Robles Hora)