Réplica de Ceramios Moche de Línea Fina
Julio Ibarrola empezó como operario en las excavaciones de San José de Moro (Chepén-La Libertad). En una de esas tardes que solo pinta el sol del norte, Julio reparó en la habilidad que lo asiste para recrear los diseños con los que aparecen los ceramios Moche de línea fina.
En el tallercito levantado precariamente al pie de los trabajos, fue desarrollando un arte tan alto como espontáneo. En la actualidad el proyecto que promueve la PUCP contempla la posibilidad de desarrollar un taller que convoque a los niños de la zona interesados en desarrollar su manejo del arte Moche.
Julio Ibarrola empezó como operario en las excavaciones de San José de Moro (Chepén-La Libertad). En una de esas tardes que solo pinta el sol del norte, Julio reparó en la habilidad que lo asiste para recrear los diseños con los que aparecen los ceramios Moche de línea fina.
En el tallercito levantado precariamente al pie de los trabajos, fue desarrollando un arte tan alto como espontáneo. En la actualidad el proyecto que promueve la PUCP contempla la posibilidad de desarrollar un taller que convoque a los niños de la zona interesados en desarrollar su manejo del arte Moche.
Miniaturas de una Tumba Moche
Sabino Leiva es la más reciente revelación del arte popular asignado a San José de moro. De tanto asomar por los trabajos ha terminado por reproducir en miniatura cada una de las tumbas desenterradas en la zona. Un detalle de filigrana que pone a las famosas sacerdotisas a instalarse en maquetas hechas también de adobitos y constituyen una prolija obra de arte puesta a disposición de los boquiabiertos visitantes.
Badilejos, lampitas y brochas de algarrobo; souvenirs: Aretes y collares
A unos cuantos metros, casi al borde de la carretera, Eloy Uriarte Mego disponía de su taller de bicicletas con el que regularmente se gana la vida. Sin embargo, el ingenio le ha permitido que a medio año, durante los meses que dura la escuela (Post Grado de la PUCP), ponga a la venta una surtida gama de herramientas para el arqueólogo. Vende badilejos, lampitas y brochas fabricadas por el mismo, en las que usa material de su habitual oficio, además del corazón de algarrobo, la madera más fuerte sobre la faz de la tierra. Por si fuera poco tambien expende souvenirs, badilejitos en forma de aretes o collares a los que estampa a pedido, los nombres de sus colorados clientes.
(Fuente: Revista SOMOS, Diario "El Comercio" de Lima)
