sábado, 13 de junio de 2009

COSLACHEC: Patrimonio Cultural del Perú











Nicanor Becerra Castañeda

Marco Legal
El 22 de julio del 2007, mediante Resolución Directoral Nacional Nº 676/INC se declara Patrimonio Cultural de la Nación a Coslachec, sitio arqueológico en el cerro Chepén, localizada en el distrito y provincia de Chepén (La Libertad, Perú); estudios arqueológicos realizados los años 2003 y 2004 dan cuenta que la obra fue construida y ocupada durante el periodo Moche Tardío.

Ubicación
Está ubicado sobre la cima y faldas orientales del cerro Chepén; el sitio se levanta en el centro del gran cono aluvial que forman los ríos Jequetepeque y San Gregorio en su aproximación al mar. Desde esta ubicación preferencial, los antiguos habitantes del sitio ejercían control visual de los puntos neurálgicos del valle bajo, que incluyen: toda la expansión de terreno agrícola al norte del curso del río Jequetepeque; los «cuellos» de los valles del Río Chamán y del Río Jequetepeque; las laderas áridas de los cerros que circundan la mayor concentración de terreno fértil en el llano aluvial.

La ubicación también les concedió la ventaja adicional de tener acceso directo a terrenos agrícolas de alto rendimiento productivo, y que antiguamente habrían sido irrigados con aguas de los canales Serrano y Chepén. El sitio mismo se ubica a solo 3,5 km al sur del cauce actual del río San Gregorio que, si bien se «seca» durante los meses invernales, presenta numerosos bolsones permanentes de agua subterránea asociados.

Características
1. Es un asentamiento típico del periodo Moche Tardío en el valle del Jequetepeque. Se ciñe al patrón de asentamientos Moche Tardío descubierto por Dillehay (2001); representa un gran sitio habitacional nucleado (cerca de 40 ha de extensión), fortificado, distinguiéndose de otros asentamientos contemporáneos en su ubicación preferencial, la magnitud de sus obras defensivas, y la monumentalidad de sus construcciones internas.

2. La magnitud de las obras defensivas del sitio.
Consta de dos sectores definidos por sendas murallas perimétricas:
- El primer sector, denominado monumental, se ubica a lo largo de la parte más alta del cerro. Ocupa aproximadamente la cuarta parte de la extensión total del sitio (9,7 ha) y tiene forma de cuña alargada. La muralla que protege a este sector, ha sido construida en su totalidad con piedras extraídas del mismo cerro. La muralla tiene un largo continuo de 1 717 m, un grosor promedio de cabecera de 2,5 m, y llega a alcanzar una altura de 5,5 m en algunos sectores.

El diseño de la muralla sigue un rígido plan defensivo, con solo tres accesos sumamente resguardados, un total de once torreones distribuidos, sobre todo, a lo largo de su trazo este, y hasta once acumulaciones de pequeños cantos rodados (interpretados como municiones de huaracas). Esta muralla es, la obra defensiva más colosal de la región, siendo solamente comparable con la muralla externa de la ciudad de Pacatnamú, la cual data del periodo Chimú.

- El segundo sector, que bordea la segunda muralla se extiende sobre las laderas orientales del cerro, al este de la gran muralla defensiva.
Está compuesto por pequeñas terrazas interpretadas como viviendas de la gente común. La muralla perimétrica que protege al sector habitacional de bajo rango es de menor altura y grosor que la antes mencionada. No existen torreones y concentraciones de cantos rodados. En las secciones construidas sobre o cerca al llano, tanto adobes como piedra fueron utilizados en su construcción.

3. La monumentalidad de sus edificaciones.
Se aprecian nueve grandes edificios y conjuntos arquitectónicos menores, de carácter periférico. En los primeros, cuatro edificios destacan por ostentar una posición preferencial dentro del Sector Monumental:
a) están construidos sobre la cima del cerro, lo que significa que sus ocupantes ejercían un control visual sobre todo el sitio,
b) fueron construidos en el centro del Sector monumental. En el sector diseñado para defensa, estas estructuras ocupan la mejor posición defensiva. Sus ocupantes gozaron de privilegios no accesibles al común de los habitantes de Cerro.
c) son las únicas que adoptan en su diseño arquitectónico galerías, a veces rodeando, a veces flanqueando, patios cuadrangulares. Algunas galerías tienen ménsulas que indican la existencia de un segundo piso.

4. El tipo de arquitectura es ajeno a la tradición constructiva costeña de la época siendo típico, por el contrario, de tradiciones altoandinas. Algunos autores llaman a este modelo arquitectónico «grupo-patio» y lo consideran característico de la tradición arquitectónica Huari, que experimentó una amplia expansión por la sierra peruana entre los siglos VIII y IX de nuestra era.

5. Los cuatro edificios centrales del Sector Monumental ofrecen evidencia arquitectónica que sugiere la presencia de pobladores serranos en el valle bajo del Jequetepeque, con hallazgos de numerosos objetos asociados de cerámica doméstica estilo Moche Tardío y cerámica fina de élite de estilo Cajamarca Cursivo Floral.

6. Los fechados radiocarbónicos ubican el final de la ocupación de Cerro Chepén a fines de la Fase Moche Tardío, y permiten esbozar un modelo de colapso político para las comunidades locales del valle Jequetepeque debido a una irrupción militar concebida y ejecutada por líderes de la etnia Cajamarca.

Conclusiones:
- El sitio arqueológico del Cerro Chepén, es significativo tanto por su posición central, la magnitud de sus fortificaciones y por ser el asentamiento del periodo Moche Tardío más extenso al norte del valle. En cuanto a su construcción, ésta fue construida y ocupada durante el periodo Moche Tardío.

- Se confirma la existencia de un enclave serrano en el valle bajo del Jequetepeque, producto de un movimiento expansivo emprendido alrededor del siglo VIII de nuestra era por un grupo altoandino, asentado en los alrededores del valle de Cajamarca (1).

- La presencia de la cultura Huari en la expansión Cajamarca, se aprecia en la asociación de cerámica Huari y Cajamarca; la teoría del patrón arquitectónico aprendido del contacto con Huari explica que los Huari y Cajamarca, lejos de enfrentarse, se apoyaron mutuamente en sus empresas expansionistas. Rosas (2004) sostiene que Cerro Chepén habría sido el sitio a través del cual se canalizaron todas estas piezas foráneas dentro del valle bajo del Jequetepeque (2).
----------------------------
(1) El posible origen de esta expedición invasora se encuentra en el sitio de Guzmango Viejo, ubicado a 3 100 msnm en la provincia de Contumazá (a 48 km al suroeste de la ciudad de Cajamarca). El sitio fue el centro de una de las warangas de la macroetnia Cajamarca durante el Horizonte Tardío. El sitio, también fue ocupado durante el Horizonte Medio, y no solo ha reportado ingentes cantidades de platos de estilo Cajamarca Cursivo Floral. Cabe destacar, que la arquitectura de Guzmango Viejo incluye galerías de varios pisos.

(2) Entre los 16 500 tiestos recogidos en Cerro Chepén durante las campañas del 2003 y 2004 no figura uno solo que aluda al emblemático estilo polícromo Huari-estatal. Esta evidencia es útil para descartar arqueológicamente la presencia de administradores ayacuchanos en este enclave serrano.
(Fuente: ROSAS RINTEL, Marco "Nuevas perspectivas acerca del Colapso Moche en el Bajo Jequetepeque". 2004)

1 comentario:

  1. este sitio arqueológico está definido su poligonal, se ve en google posesión de invasores el Ministerio de Cultura deberia colocar Hitos delimitando el área para proteger el patrimonio cultural

    ResponderEliminar