Sosegada, variopinta, mestiza, caótica, inquietante, enigmática; una suma de movimientos..., pero muy entrañable; al menos para mi, que regresé, y que regreso a respirar ese aire, no propiamente puro, sino mas bien, caleidoscópico, barroco, y conjetural.
VISIÓN Y PERCEPCIÓN
Hace unas semanas participé de la peregrinación del Viernes Santo, que se celebra en el Vía Crucis del cerro Chepén, con Alcides Alvarado; el benefactor de este contemporáneo monumento: patrimonial-cultural-religioso, que enriquece nuestra fe católica, promoviendo además, el turismo nacional.
Observaba desde la cima del cerro, la vastedad de su geografía; y como gigantescos patchworks, los campos tamizados en degradee de todos los verdes de nuestra naturaleza, y cercadas por una orografía, cercana y lejana, remarcando al panorama agrícola.
Ese espacio enorme, me hizo pensar en los limites originales de los dominios que se extendían hasta el distrito de San José; del curaca Chepén, bautizado con el nombre castizo de Francisco, al recibir las aguas baustimales con sabor a sal. Contemplar el antiguo curacazgo, que se perdía en el horizonte, me hacia pensar en su organización administrativa, política y militar. Como también, donde más adelante en el tiempo, y en nuestro señorío, nacieron nuevos poblados, que le seguirán por siempre el pulso vital a nuestra ciudad.
Desde la cima se puede observar el plano de la ciudad actual, originalmente espontánea, como también su crecimiento sin normas urbanísticas; caótico, impulsivo, oportunista y anárquico.
Este caos, nos induce a pensar con urgencia, que nuestra ciudad debe estar orientada hacia un planeamiento urbano con proyección a veinte años, para lo cual, deberá realizarse un estudio planificado, dirigido y conceptuado con idoneidad multidisciplinaria.
Chepén, es la ciudad mas importante del valle del Jequetepeque; es el "Top" del valle indudablemente, donde se conglomera el mayor movimiento financiero, comercial, agrícola y cultural. Es una ciudad, que tiene una vida sui-generis; muy pintoresca, por la idiosincrasia de sus migrantes que la conllevan a generar un constante cambio, propio de una ciudad viva, que pulsa y que respira con su propia energía, irradiada por nuestro cerro enigmático.
El crecimiento migratorio y la necesidad de trabajo de los mismos, ha sido uno de los factores del hacinamiento comercial en las avenidas y calles de la ciudad, paralela a una suspicaz zonificación, más la falta de urbanidad de los ciudadanos, hace que se convierta en el mare-magnum, que todos conocemos.
NECESIDAD URBANA
Chepén, es la segunda ciudad de la región La Libertad, después de su capital, la ciudad de Trujillo. Por lo consiguiente, dada su jerarquía, necesidad, comodidad y seguridad del ciudadano, es sumamente necesario, la instalación de un mobiliario urbano de primer nivel en los espacios públicos, acorde a su calidad de ser la Capital de la Provincia.
Es necesario también, de más y mejores espacios públicos, con áreas verdes, y arborizada con especies autóctonas, que no necesitan mucho riego. De una buena y necesaria iluminación de la Plaza principal, plazuelas, parques, calles y avenidas, preparándonos hacia una nueva imagen de ciudad moderna, generando una interesante y movida vida nocturna, comercial y turística.
De un mesurado control de la seguridad en el centro de la ciudad, que por las noches, y mas aún, los fines de semana; se tornan más peligrosos, al hacer competencia de velocidad las motos lineales de escapes abiertos; es por ello, que el serenazgo debe actuar con celeridad y honestidad.
De un proyecto municipal y magisterial, que proponga una adecuada educación dirigida a ciudadanos y escolares, para que conozcan sus deberes y derechos urbanos; por que todo derecho colectivo es compromiso individual; y de ésta manera, aprendan a vivir en un hábitat urbano más saludable.
De un tratamiento ordenado de veredas, conservando un mismo nivel y ubicando las pequeñas rampas en los lugares precisos y necesarios, para facilidad de los discapacitados; y proyectados con las reglamentaciones y técnicas específicas, para que no generen accidentes a personas comunes y paradójicamente creando más discapacidad.
Del impedimento del tránsito del transporte pesado por el centro de la ciudad, que destruye el pavimento, generando mayor caos vehicular y contaminación sonora. De una mayor semaforización sincronizada y ubicada en muchos puntos críticos, de urgente necesidad.
Todos los proyectos municipales deben de ser propuestos de una buena vez a concurso profesional, o ser diseñados por el profesional ad-hoc, y con mucha experiencia, y no la intervención de profesionales que nada tienen que ver en el campo de la Arquitectura, del Urbanismo y del Paisajismo. Es por eso, que vemos la mediocridad y no la excelencia, en nuestros espacios y obras públicas.
Como también ver el lamentable espectáculo de las construcciones privadas, de extraño y pobre criterio estético; barroco y kitsch. Tal vez el horror-vacui domina sus miedos creativos, frente al minimalismo no manejado esencialmente. Sin embargo, se debe concluir en una arquitectura limpia e integradora, que nos da el equilibrio y la armonía del volumen y el espacio manejado, y no llenar la ciudad de construcciones de diseños trasnochados, sin mayor análisis, ni entendimiento de lo que hacen.
Quedando mucho por mencionar, y que me motiva a una consecutiva opinión.
RENOVACIÓN URBANA
Chepén, no es una ciudad estática; es una ciudad en constante dinamismo con urgencia de modernidad en sus servicios urbanos básicos, como la renovación de las antiguas instalaciones de agua y desagüe del centro; sustentado por el crecimiento inmobiliario, cuyas construcciones verticales se concentran en el corazón de la ciudad. Metamorfosis que la lleva a una nueva fisonomía urbana; por que las ciudades tienen vida, respiran; pulsan; cambian; mutan, y se renuevan constantemente.
Así mismo, también es necesario de conservar espacios urbanos y casas de más de un siglo, representativas en su originalidad y estilo, por que son la memoria cultural de la ciudad. Requiriendo para ello, que la Municipalidad Provincial, encargue a Urbanistas, Arquitectos e Historiadores, a realizar un inventario del patrimonio local, y proceder a declarar su intangibilidad y conservación, en bien de nuestra Historia y Turismo, por que es parte de la memoria, de la ciudad-pueblo, de su identidad y sus recuerdos.
Finalmente, se tiene que entender, que nuestras reducidas heredades, conforman el patrimonio arquitectónico de la ciudad; que nos dan lectura viva, y que nos permiten ver, como era su arquitectura; y que en forma aislada, aun resisten para representar la escenografita urbana del Chepén de ayer; y que lo poco que se conserva, que no nos quede más adelante solo en el recuerdo; o guardado en alguna de las varias memorias tecnológicas; o colgada en un cuadro, de algún hogar de la ciudad, o en un atelier de Nueva York.
VISIÓN Y PERCEPCIÓN
Hace unas semanas participé de la peregrinación del Viernes Santo, que se celebra en el Vía Crucis del cerro Chepén, con Alcides Alvarado; el benefactor de este contemporáneo monumento: patrimonial-cultural-religioso, que enriquece nuestra fe católica, promoviendo además, el turismo nacional.
Observaba desde la cima del cerro, la vastedad de su geografía; y como gigantescos patchworks, los campos tamizados en degradee de todos los verdes de nuestra naturaleza, y cercadas por una orografía, cercana y lejana, remarcando al panorama agrícola.
Ese espacio enorme, me hizo pensar en los limites originales de los dominios que se extendían hasta el distrito de San José; del curaca Chepén, bautizado con el nombre castizo de Francisco, al recibir las aguas baustimales con sabor a sal. Contemplar el antiguo curacazgo, que se perdía en el horizonte, me hacia pensar en su organización administrativa, política y militar. Como también, donde más adelante en el tiempo, y en nuestro señorío, nacieron nuevos poblados, que le seguirán por siempre el pulso vital a nuestra ciudad.
Desde la cima se puede observar el plano de la ciudad actual, originalmente espontánea, como también su crecimiento sin normas urbanísticas; caótico, impulsivo, oportunista y anárquico.
Este caos, nos induce a pensar con urgencia, que nuestra ciudad debe estar orientada hacia un planeamiento urbano con proyección a veinte años, para lo cual, deberá realizarse un estudio planificado, dirigido y conceptuado con idoneidad multidisciplinaria.
Chepén, es la ciudad mas importante del valle del Jequetepeque; es el "Top" del valle indudablemente, donde se conglomera el mayor movimiento financiero, comercial, agrícola y cultural. Es una ciudad, que tiene una vida sui-generis; muy pintoresca, por la idiosincrasia de sus migrantes que la conllevan a generar un constante cambio, propio de una ciudad viva, que pulsa y que respira con su propia energía, irradiada por nuestro cerro enigmático.
El crecimiento migratorio y la necesidad de trabajo de los mismos, ha sido uno de los factores del hacinamiento comercial en las avenidas y calles de la ciudad, paralela a una suspicaz zonificación, más la falta de urbanidad de los ciudadanos, hace que se convierta en el mare-magnum, que todos conocemos.
NECESIDAD URBANA
Chepén, es la segunda ciudad de la región La Libertad, después de su capital, la ciudad de Trujillo. Por lo consiguiente, dada su jerarquía, necesidad, comodidad y seguridad del ciudadano, es sumamente necesario, la instalación de un mobiliario urbano de primer nivel en los espacios públicos, acorde a su calidad de ser la Capital de la Provincia.
Es necesario también, de más y mejores espacios públicos, con áreas verdes, y arborizada con especies autóctonas, que no necesitan mucho riego. De una buena y necesaria iluminación de la Plaza principal, plazuelas, parques, calles y avenidas, preparándonos hacia una nueva imagen de ciudad moderna, generando una interesante y movida vida nocturna, comercial y turística.
De un mesurado control de la seguridad en el centro de la ciudad, que por las noches, y mas aún, los fines de semana; se tornan más peligrosos, al hacer competencia de velocidad las motos lineales de escapes abiertos; es por ello, que el serenazgo debe actuar con celeridad y honestidad.
De un proyecto municipal y magisterial, que proponga una adecuada educación dirigida a ciudadanos y escolares, para que conozcan sus deberes y derechos urbanos; por que todo derecho colectivo es compromiso individual; y de ésta manera, aprendan a vivir en un hábitat urbano más saludable.
De un tratamiento ordenado de veredas, conservando un mismo nivel y ubicando las pequeñas rampas en los lugares precisos y necesarios, para facilidad de los discapacitados; y proyectados con las reglamentaciones y técnicas específicas, para que no generen accidentes a personas comunes y paradójicamente creando más discapacidad.
Del impedimento del tránsito del transporte pesado por el centro de la ciudad, que destruye el pavimento, generando mayor caos vehicular y contaminación sonora. De una mayor semaforización sincronizada y ubicada en muchos puntos críticos, de urgente necesidad.
Todos los proyectos municipales deben de ser propuestos de una buena vez a concurso profesional, o ser diseñados por el profesional ad-hoc, y con mucha experiencia, y no la intervención de profesionales que nada tienen que ver en el campo de la Arquitectura, del Urbanismo y del Paisajismo. Es por eso, que vemos la mediocridad y no la excelencia, en nuestros espacios y obras públicas.
Como también ver el lamentable espectáculo de las construcciones privadas, de extraño y pobre criterio estético; barroco y kitsch. Tal vez el horror-vacui domina sus miedos creativos, frente al minimalismo no manejado esencialmente. Sin embargo, se debe concluir en una arquitectura limpia e integradora, que nos da el equilibrio y la armonía del volumen y el espacio manejado, y no llenar la ciudad de construcciones de diseños trasnochados, sin mayor análisis, ni entendimiento de lo que hacen.
Quedando mucho por mencionar, y que me motiva a una consecutiva opinión.
RENOVACIÓN URBANA
Chepén, no es una ciudad estática; es una ciudad en constante dinamismo con urgencia de modernidad en sus servicios urbanos básicos, como la renovación de las antiguas instalaciones de agua y desagüe del centro; sustentado por el crecimiento inmobiliario, cuyas construcciones verticales se concentran en el corazón de la ciudad. Metamorfosis que la lleva a una nueva fisonomía urbana; por que las ciudades tienen vida, respiran; pulsan; cambian; mutan, y se renuevan constantemente.
Así mismo, también es necesario de conservar espacios urbanos y casas de más de un siglo, representativas en su originalidad y estilo, por que son la memoria cultural de la ciudad. Requiriendo para ello, que la Municipalidad Provincial, encargue a Urbanistas, Arquitectos e Historiadores, a realizar un inventario del patrimonio local, y proceder a declarar su intangibilidad y conservación, en bien de nuestra Historia y Turismo, por que es parte de la memoria, de la ciudad-pueblo, de su identidad y sus recuerdos.
Finalmente, se tiene que entender, que nuestras reducidas heredades, conforman el patrimonio arquitectónico de la ciudad; que nos dan lectura viva, y que nos permiten ver, como era su arquitectura; y que en forma aislada, aun resisten para representar la escenografita urbana del Chepén de ayer; y que lo poco que se conserva, que no nos quede más adelante solo en el recuerdo; o guardado en alguna de las varias memorias tecnológicas; o colgada en un cuadro, de algún hogar de la ciudad, o en un atelier de Nueva York.
(Fernando Rivas-Plata, Arquitecto-Urbanista)