martes, 19 de julio de 2011

Alfredo Casas Jara: Artesano en Cerámica Precolombina




Víctor Alfredo Casas Jara nació en Chepén el 18 de setiembre de 1953. Hijo de José Aurelio Casas Cachi (Cajamarca) y María Mercedes Jara Vásquez (Cajamarca). Es el menor de cuatro hermanos: César, Hilmer, Jaime y Alfredo. De su relación con Verónica Pósito Chávez (Chiclayo) tiene dos hijos: Alfredo Junior y Víctor Hilmer.

Realizó estudios primarios en el Centro Educativo Nº 233 (hoy, I.E. Nº 81030 "César Carrillo Gil") de Chepén; recuerda con especial estima a su profesor Ronald Gonzales. La secundaria la hizo en la Gran Unidad escolar "Carlos Gutiérrez Noriega" de Chepén. Cursó estudios superiores en el Instituto "Hilario Mendivel", San Blas-Cuzco, donde estudió arte colonial, restauración, conservación, pintura y escultura.

Desde niño sintió la vocación por el arte; como estudiante de primaria y secundaria destacó en trabajos manuales y en el curso de educación por el arte. De Miguel Rodas, con quien formó un taller, aprendió el tallado en piedra jabón, Augusto Deza Linares le enseñó a trabajar la piedra semi preciosa, y de Teodoro Ríos aprendió a trabajar el yeso, piedra y arcilla.

La práctica, la experiencia de años y su inagotable vocación han hecho de él un especialista en trabajos de artesanía en piedra, arcilla, madera, hueso y metales. Su arte copia y crea piezas pre colombinas de las culturas Mochica, Chavín, Cupisnique. "Mis trabajos tienen influencia de estas culturas, pero un 80% son mis creaciones" nos dice.

El arte de Alfredo Casas Jara tiene reconocimiento nacional e internacional. Desde 1980, por necesidad de vender su artesanía, viajó a ciudades como Cuzco, Arequipa, Huaraz, Cajamarca, participando en ferias y distribuyendo en tiendas de artesanía. También vendió en Chile y Bolivia. En la actualidad, sus hijos Junior y Víctor están a cargo de las ventas.

Alfredo Casas Jara continúa desarrollando su artesanía de cerámica pre colombina en San José de Moro (provincia de Chepén), donde tiene su casa-taller desde hace cuatro años; es también escritor de fábulas, leyendas y poemas, aún inéditos, que rinden culto a sus ancestros, y es que él siente correr por sus venas la sangre de los Moches, que guían su mente, corazón y manos para expresar con el arte su identidad mochica.