Por: Cesar Ortiz Anderson
Presidente de Aprosec www.aprosec.org
Para poder curarnos lo primero que debemos que reconocer es que estamos enfermos, ya corrió mucha tinta sobre los evitables y lamentables sucesos ocurridos aquel sábado en el Estadio Monumental del Distrito de Ate, sin duda el asesinato al joven Oyarse es una responsabilidad compartida, es hora de analizar los problemas por los que atraviesa un número importante de nuestra sociedad, que no es solo económica, fundamentalmente de Espíritu y Moral, de una carencia de valores muy preocupantes, para arrojar a mas de 10 metros de altura a un ser humano delante de miles de testigos, demuestra que los victimarios tienen un total desprecio por la vida, que tenían ausencia de racionalidad y humanidad, que estaban alcoholizados y con otras sustancias, combinación fatal en cualquier lugar y más aun en un recinto deportivo.
No estamos hablando de individuos de un estrato social bajo, sin una adecuada educación o carencias de recursos económicos sino todo lo contrario, quien duda que la violencia en general está presente en nuestro día a día, en el hogar, en los centros educativos, en el transporte, en la calle, las personas son violentas, por ello la importancia de contar con los mecanismos necesarios para su control, esas son las Normas y Leyes que tenemos que seguir, que hacen que no crucemos la delgada línea entre el bien y el mal, el asesinato del joven Oyarse demuestra que no existe diferencia de clases frente a la opción de convertirse en un psicópata, a priori podríamos pensar que los asesinos vienen de hogares disfuncionales, ello trae a la siguiente reflexión.
Hoy tenemos un importante número de hogares disfuncionales, padres divorciados, donde solo quieren una breve reunión con sus hijos adolescentes de cuando en vez y por cumplir, por salir del paso, ellos tratan de orientar y resolver los problemas de sus hijos por teléfono o internet, dejan a la madre que lidie con jóvenes que en muchos casos debido a sus frustraciones y miedos se vuelven violentos y su refugio son el consumo de alcohol o drogas, no conocen el verdadero calor de hogar, alteran su ritmo de vida por ejemplo durmiendo de día y saliendo de noche, si estudian lo hacen por hacerlo sin ninguna convicción, sin metas ni objetivos, en muchos casos para no perder la mesada o comodidades que les brindan sus padres, para compensar su ausencia y preocupación ante una evidente crianza inadecuada, los que trabajamos temas de seguridad conocemos muy de cerca estos problemas y son muchos más de los que Ud. Amigo lector se imagina.
Los padres que pasan los 30 años deben asumir que sus hijos viven hoy en otro mundo distinto al que les toco a ellos y será posiblemente distinto al que le toque vivir a sus nietos, hoy sus hijos viven un mundo con
1.- Globalización
2.- Internet y demás adelantos tecnológicos de comunicaciones
3.- Violencia familiar y en varios ámbitos
4.- Corrupción con ausencia de valores
5.- Desigualdad y exclusión social
6.- Una evidente falta de preocupación afecto y cariño
7.- La facilidad de entrar en el mundo del alcohol y drogas
Comprendamos que lo realmente valioso que le podemos dejar a nuestros hijos o nietos, son valores firmes y una adecuada educación, que sepan distinguir claramente entre el bien y el mal, si a pesar de ello toman otro camino la culpa será de ellos y asumirán la consecuencia de sus actos, pero nosotros cumplimos con guiarlos por el camino correcto, necesitamos que los adolescentes y jóvenes de hoy en un futuro cercano sean gente de bien, responsables, honrados, solidarios sinceros, generosos, buenos profesionales o técnicos, lo que uno llama personas de bien.
Es hora de afrontar la verdad, un número importante de padres han fallado en una crianza adecuada la verdad es porque no supieron, no quisieron o no pudieron, como resultado de ello hogares sin reglas, adolescentes que hacen lo que se les viene en gana, ellos en ocasiones tienen la última palabra, los padres tienen que tener muy claro que el ejemplo arrastra y que ningún éxito en la vida podrán compensar un fracaso en el hogar.
Finalmente el crimen del joven Oyarse debe ser sancionado con el máximo de Ley, el Estado tiene que crear el precedente que contra la violencia asesina habrá mano dura y firme, estamos ante un caso símbolo y la sociedad en su conjunto estará muy atenta al comportamiento del Poder Judicial, ya que se sentara un precedente de cómo serán sancionados los que actúen con violencia extrema en adelante, la propuesta esta hecha.
